"La primera ley de la historia es no atreverse a mentir, la segunda, no temer decir la verdad" Su Santidad Leon XIII

martes, 11 de febrero de 2014

En este año duro que nos espera, vuelvo con el blog ¡más activo que nunca!

Este año va a ser un año difícil para nuestro país, e intuyo, para el mundo también. Para nuestro país, principalmente por la disolución social operada por años de legislación promotora de la cultura de la muerte y bombardeo mediático. Nuestra sociedad no esta preparada para otra crisis económica, no lo está porque las bases sociales tradicionales han sido resquebrajadas. Por supuesto no son solamente diez años de kirchnerismo ni treinta de democracia, son muchos más operando contra el orden natural, pero al kirchnerismo le ha tocado rematar la inocencia que quedaba. Es este régimen el que ha implantado una serie de normas que han atentado directamente contra el orden natural y si tenemos en cuenta la función educativa que tienen las leyes no podemos más que aterrarnos. Han dispuesto la ley de género, el homonomio, la educación sexual pornográfica en las escuelas, el protocolo de la Corte Suprema de Justicia permitiendo a cualquier persona embarazada abortar con el solo hecho de presentar una declaración jurada, el crecimiento exponencial de las drogas, el aumento de la violencia y la crueldad, la ostentación y superficialidad, y la impunidad más descarada, por mencionar algunas de tantas.

El 2014 será un año en el que las fuerzas del mal, ya sea dentro de la patria como fuera de ella, presionarán para terminar de matar el alma de nuestro país. Hay indicios de que estas fuerzas quieren hacernos reaccionar y llevarnos a la guerra. La cantidad de profanaciones que ha habido el año pasado es increíble y la exposición cada vez más fuerte de las feministas también es para considerar. Pero no solo eso sino que también estas fuerzas buscarán aprobar el aborto y la eutanasia, seguirán manteniendo el perverso ocio en las clases populares para luego utilizarlas para amedrentar a la clase media y alta que no se someta al régimen, nos robarán el dinero con la inflación y harán que gran parte de la población sana sufra y se angustie por no poder llevar el pan a su familia, seguirán haciendo negocio con las drogas para sostener un estilo de vida que violenta los ojos de la austeridad y mata a la población activa de nuestro país, en fin, buscarán la destrucción de la célula fundamental de la sociedad que es la familia. Lograr el aborto, el homonomio y la eutanasia es controlar los hitos de la vida de un ser humano: el Estado decide quien vive y quien muere, el Estado decide como se conforma la célula básica de la sociedad: hombre-mujer, hombre-hombre, mujer-mujer, travesti-hombre, travesti-mujer, y así ad eternum.

Pero el mundo da muestras de que la sensatez todavía no ha muerto. Veamos lo que pasa en España o en Francia. Las marchas pro familia y pro vida son multitudinarias, creativas y estimulantes. En Europa del Este la reacción también se hace sentir: la constitución de Hungría prohibiendo el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo o de Polonia cada vez más cerca del orden natural nos dan aire. La defensa en Croacia del matrimonio natural y de la Gran Rusia prohibiendo la propaganda homosexual o castigando a las diabólicas feministas de Femen nos anima.

Considero que es un año clave y que las personas de buena voluntad debemos juntarnos y animarnos a despertar las dormidas conciencias de los argentinos. Nunca hubiese pensado que en Francia iba a haber una marcha de 2 millones de personas a favor del matrimonio y la familia y lo hubo. ¿Por qué no puede pasar lo mismo en esta tierra? ¿Somos menos que Francia?


Que Nuestro Señor y su Santísima Virgen guíen nuestras acciones para que vuelva la paz y el orden a nuestra tierra y al mundo entero.

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